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Esta especie de mantequilla elaborada del karité tiene un poder hidratante muy intenso y que se prolonga por horas. Cuida y protege todo el cuerpo, el rostro y el cabello. es suavizante y ayuda en la prevención de esetrías y arrugas de expresión.
El uso constante y prolongado de la manteca de karité combate el envejecimiento cutáneo y aque cubre la dermis con una película que actúa como barrera que evita la deshidratación y las agresiones del sol, sobre todo de los rayos ultra violeta (los rayos UVA y UVB dañinos), del aire, del frío, de la polución, etc.
La manteca de karité es puro y 100% natural sin aditivos químicos de ningún tipo. Es obtenida mediante prensado. El producto del karité es envasado en caliente y a medida que se enfría, se va granulando convirtiéndose en una pasta suave (similar a la mantequilla) que a 28º C o al contacto con la piel se funde, convirtiéndose nuevamente en un aceite suave, transparente e ideal para aplicar sobre la piel.
La manteca de karité se utiliza poneniendo un poco en la palma de la mano frotándola y con al misma mano, se aplica sobre rostro, cuello y resto del cuerpo.
Se masajea la manteca de karité directamente en el cabello sin lavar y se envuelve la cabeza con una toalla húmeda. Después de eso, se lava el cabello normalente. Apreciará que queda suave y brillante.
El karité es un árbol que produce un fruto que los pueblos africanos desde la antigüedad consumen según las receta de cada zona. Se utiliza la pulpa y la cáscara. La grasa o manteca de karité que se extrae de sus semillas se prensa y el aceite obtenido es utilizado como un elemento culinario graso (como en occidente la mantequilla o margarina) para sus salsas y fritos. En Europa es en la cosmética dónde el karité es muy valorado y utilizado como componente de gran riqueza en vitaminas y nutrientes.